Presentación


La libre elección de pareja, el valor que se le da a la vida, la igualdad entre sexos, la importancia de los niños, hace que en el mundo actual emerja un nuevo paradigma: instante en que se acepta una nueva forma de hacer. El mundo es global, se pretende la democracia como forma de convivencia, en época de capitalismo y mercados, donde la tecnología revoluciona los antiguos principios de relación, sexualidad y vida, cambios que Lacan capta a lo largo de su obra dejándonos herramientas precisas para el psicoanálisis en este nuevo orden. Con el fondo de los siete paradigmas, que J.A.Miller aísla en la obra de Lacan, este espacio os invita a una reflexión sobre la situación hoy, tanto social, de viejas o nuevas relaciones, así como clínica actual.

Se realizará en la Sede de la Elp, a las 19’30h.

Fechas: 18-diciembre; 19-enero; 19-febrero; 24-marzo; 23-abril; 21-mayo; 18-junio; 16-julio.

Contará con la colaboración del equipo del Surco de la Orientación Lacaniana.La fecha y el trabajo realizado de los encuentros, se irá publicando en el blog.

Expone y recoge ideas para el desarrollo de la actividad:

Teresa Ferrer

viernes, 20 de febrero de 2015

PARADIGMAS Y POLITICA.


En el año 1953 los estados de Europa deciden perdonar la deuda a una Alemania devastada por la guerra que los propios dirigentes alemanes habían provocado. Una Europa también devastada por la maquinaria de guerra nazi, en lo que podría llamarse un enésimo intento de las invasiones bárbaras en la historia del continente europeo, esta Europa, también devastada como he dicho, es la que decide perdonar una deuda bastante impagable, para que el pueblo alemán inicie la reconstrucción de su estado.


Después de la caída del muro de Berlín, en el año 1989, Alemania puede consolidar su reunificación gracias a que las economías del resto de los países de Europa, funcionan, pudiendo absorber la producción de Alemania, ayudando a que las exportaciones alemanas sirvan de base a la construcción de la gran Alemania.


A partir del año 2001, coincidiendo con la unificación monetaria de los países de Europa, comienza la deriva capitalista debido básicamente a las políticas neoliberales que consiguen que Europa se convierta en un gran mercado sin ninguna unificación de tipo político, de modo que la política de los países europeos va siendo sustituida por las disregulaciones económicas de un mercado globalizado, cuyas leyes y limites resultan ser ingobernables, no hay decisiones políticas que impongan una mínima regularización a los lobys del dinero. La economía real da paso a la economía especulativa, como un juego del monopoly. Todo se puede comprar o vender, acumular o tirar, según convenga a los beneficios. En este monopoly global los seres humanos dejan de tener valor como tales siendo ellos mismos meros objetos de especulación.

Los valores de solidaridad con los que Europa había afianzado sus democracias y su estado del bienestar, en una mejor redistribución de la riqueza, son bombardeados por los propios gobernantes que dejan de hacer política para dejarse en manos de un nuevo dios, el dinero, tan absoluto quizás como la interpretación del Uno absoluto de los yjadistas. Un dios laico y quizás por eso más peligroso, un dios fuera de las pasiones humanas, que genera un vínculo social del más puro estilo psicopático, en tanto los actos son sin afecto. Se pueden acumular las materias primas y después destruirlas si eso sirve para aumentar su precio, sin importar que la gente muera de hambre en el mundo. Se puede tirar a las personas de sus casas sin ningún tipo de afecto, es la ley, dicen, ley dictada por otro absoluto en nombre de las mayorías absolutas. Etc, etc.

En este panorama en donde Alemania, después de que sus bancos endeudaran a los países del sur con chorros enloquecidos de dinero, decide de pronto cobrar sus deudas. Hay que pagar y pagar ya. Algún banquero alemán ha llegado a decir que si los griegos necesitan dinero, que vendan la acrópolis. Es el nuevo modo que ha tomado la vieja invasión bárbara. Ya no se trata de invadir y conquistar por la fuerza los países del sur, del Mediterráneo. Ahora se trata de comprarlos, comprarlos por ley y están a precio de saldo.
Y esta nueva invasión nos lleva a los juegos del hambre.


Europa es un conjunto de estados gueto en donde la desaparición sistemática de la función del padre en cada uno de ellos, ha permitido instalarse a esa diosa blanca de la que mi amiga T. Ferrer sabe bastante, diosa blanca sostenida por los lobys del dinero para gestionar esa deuda impagable que ellos mismos han generado y que nos aboca como bien sabemos los analistas a una Europa de esclavos, pues la deuda impagable lleva al sujeto a trabajar para el amo, si hace falta hasta la muerte, en un afán incontrolado de pagar lo impagable.


Y quien es la sacerdotisa de esa diosa blanca: Merkel, que haciendo honor a su nombre, cual ángel exterminador, no cede ni un ápice a su imaginario de los juegos del hambre.


Esta mujer   que, mientras sus conciudadanos salían a la calle a celebrar la caída del muro de Berlín, se quedaba tranquilamente en su casa dándose un baño. Esta mujer cuyo síntoma parece ser, morder la mano de quien se la tiende. Hace poco, HelmuntKol declaro que le avergonzaba ver la Alemania que el había dejado a su protegido y en que se había convertido. Parece que muerde también la mano de los estados europeos que ayudaron a Alemania a salir de sus crisis del 53 y del 89.


Es difícil de entender que el pueblo alemán, ciego frente al nazismo en su historia reciente, quiere ahora que el pueblo griego pague el latrocinio y la estafa de sus gobernantes.


Creo que Syriza, en su rechazo a la troika y su empeño en conversar uno por uno con los líderes europeos, está intentando desvelar la impotencia de cada uno de los gobiernos de Europa frente al loby del dinero, es un intento de devolver la política a los pueblos europeos, de dar un giro a las democracias europeas secuestradas en cierto modo por el secuestro de sus líderes. Se trata de que la deuda sea pagable sin morir en el empeño.


Se trata de desajustar ese Uno absoluto de la deuda impagable que muestra su faz más siniestra en el goce de la privación, ese goce superyoico que pide gozar de la restricción y que se ramifica en estados cada vez más policiales. Goce que surge del otro lado bajo la forma del terror, el terror yjadista que alimenta en la vieja Europa los movimientos xenófobos y los estados policiales. Frente al terror de ese Otro barrado sin intermediación simbólica, de ese goce Otro del Uno absoluto, los muros y los estados policiales no son quizás la mejor solución.

Pensando lo escrito desde los paradigmas del goce, lo leería desde el primer paradigma, el del goce imaginario, en donde J.A. Miller dice que este goce imaginario surge allí donde la elaboración simbólica falla o desvanece. Allí aparece el superyó  como figura obscena y feroz que emerge de esta falla simbólica y da forma al goce imaginario. Habrá pues que esperar a ver si otros gobernantes europeos se suman a poner en marcha un nuevo simbólico, en el lugar de la deuda impagable, que lleve a Europa a otro lugar distinto al del Uno absoluto del dinero y su ley superyoica insensata.


                                                                              Ricardo Rubio
                                                                                     Febrero 2015

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